¡Una nueva grieta se abre en mi férrea voluntad de abandonar el tabaco!
Ayer estuve comiendo con unos antiguos compañeros de la carrera en las afueras de la ciudad. Todo controlado menos un café que tomamos después de comer y unos minutos que estuvimos en un atasco en la carretera.
Descubrí que ayer cuando realmente lo pase peor fue cuando no tenía que hacer nada, cuando tenía que esperar y dicha espera era impuesta.
La idea del cigarrillo como elemento para esperar y matar el tiempo aún está a pleno rendimiento en mi mente. Y es uno de los mayores peligros a los que me enfrento actualmente en mi guerra contra el tabaco.
Por lo menos me da tiempo a conocer mis debilidades y a ser consciente de que en esos momentos estoy siendo víctima de un ataque y que por lo tanto lo que tengo que hacer es "ponerme en modo de espera" y esperar que las ganas de fumar desaparezcan. Y la espera no es agradable pero es llevadera, no es una excusa para fumar.
La próxima semana me voy de vacaciones, así que esa es la próxima etapa en mi proceso de dejar de fumar, ese es mi próximo reto.
Saludos a todos, y en especial a los que os mantenéis en la lucha contra el tabaco. Es una guerra que hay que ganar. Es una guerra que vamos a ganar. PODEMOS. ;-)
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