En la guerra que estoy manteniendo contra mi adicción al tabaco, la última batalla librada bien podría llamarse "la batalla de después de comer".
Aunque realmente no tenga la ansiedad/necesidad física de fumarme un cigarrillo y los ataques apenas duren segundos, cuando me levanto de la mesa despues de haber comido-cenado-o-desayunado, me salta el automático "y ahora un cigarrito". Y durante esos dos segundos me veo a mi mismo fumando si tuviera el cigarrillo en la boca y el mechero en la mano. En esa situación no me lo podría impedir. Menos mal que no ocurre. Me da miedo que se dé esa combinación de factores.
Así que aunque la dificultad de concentración ha desaparecido (incluso creo que ha mejorado mi capacidad para concentrarme), la capacidad respiratoria ha mejorado y con ella la capacidad de esfuerzo físico, las ganas físicas de fumar no existen y muchos de mis amigos no fumadores me dicen que ya lo tengo superado, no las tengo aún todas conmigo. Estoy alerta, creo que me voy a jugar una mala pasada a mi mismo.
"No fumo desde hace 3 semanas, 4 días y 23 horas. En este tiempo he dejado de fumar 675,03 cigarrillos y me he ahorrado 84,38 Euros"
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