jueves, 3 de julio de 2008

¡Atención, se fumaba! (claqueta)



Buena Semana a todos! (En especial a los exfumadores, una semana más :-) )

El artículo especial de esta semana se adelanta porque me voy de vacaciones…
El de la semana que viene se retrasará un poco por el mismo motivo.

El post de esta semana lo quiero dedicar a la ATENCIÓN. Yo y mi atención hemos tenido una bonita relación a lo largo de mi vida.

I) Porque ¿qué somos realmente sin nuestra atención?

Si no tenemos capacidad de atención, somos incapaces de ser influidos por el entorno, ni responder a él, somos incapaces de aprender. En definitiva, si no prestáramos atención a nuestro alrededor no seríamos personas ni reaccionaríamos como tales.

Asimismo, si no hubiéramos prestado atención a la publicidad directa e indirecta de tabaco que ha existido en nuestra vida, habríamos tenido más difícil acceder a tan pernicioso hábito.

II) ¿qué capta nuestra atención?

Es curioso lo selectiva que es nuestra atención y percepción. Si no miren este vídeo que ya es casi un clásico de Internet y contesten a la siguiente pregunta: ¿Cuántas veces se pasan la pelota las personas del equipo de camiseta blanca?




Pues efectivamente son 13.
Pero, ¿se han fijado en que un gorila se ha paseado por ahí?
Los estudios dicen que cierto porcentaje no se percata la primera vez del gorila.

Demostrado con este vídeo que cuando menos nuestra atención se concentra en lo que le decimos que se centre, e ignorando otros aspectos que consideraríamos más llamativos en principio, cabe hacerse la siguiente pregunta:
¿qué estamos dejando pasar por alto por concentrarnos en otros aspectos más banales?
¿dónde está ese diferencial de gravedad que hace que la atención pase a detectar algo menos banal?
¿Nadie piensa como yo que si un policía está buscando infractores por estar
hablando por el teléfono móvil puede que se le pase algún infractor por no
llevar el cinturón de seguridad?

Con esto no quiero decir que nuestra policía tenga un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (sancionadora) pero la Wikipedia mezcla de una manera sorprendente el déficit de atención y nicotina de la siguiente manera:

“Los tratamientos habituales (para el trastorno de defícit de atención) se basan paradójicamente en estimulantes, de los que muy pronto se observó que modifican positivamente los síntomas. Entre ellos están la cafeína y la nicotina, con los que a veces se automedican adolescentes y adultos (...)”

¿Adultos automedicándose con cafeína y nicotina? ¿Cuántos hipocondríacos habéis solicitado cita ya con el psicólogo?.

Para deshacer todo este lío, centrémonos en la definición (en letras rojas y negrita a partir de aquí) que de atención da la Real Academia de la Lengua en el link anterior:

atención.

(Del lat. attentĭo, -ōnis).


1. f. Acción de atender.



Fumar = Acción de atender al mono de la nicotina.

Cuando fumaba tenía mi atención entrenada a buscar en 3-4 segundos un cartel que me permitiera o no fumar en el lugar cerrado en el que acababa de entrar (parking, oficina, habitación de hotel, restaurante o similar) y en otros 3-4 segundos buscaba un cenicero. "si hay cenicero se puede fumar" y "si no hay cenicero ni detector de incendios que me detengan..."

En total, en cinco o diez segundos tenías un juicio totalmente formado sobre si "te dejaban" fumar o no y en consecuencia tu nivel de ansiedad se disparaba (buscando un lugar alternativo para darte el próximo chute de nicotina) o se mantenía en niveles similares a instantes antes. Te conviertes en el jefe de protocolo de tu adicción a la nicotina. (Nótese que no digo que te conviertes en tu propio jefe de protocolo porque ese no eres tú, eres un adicto).

Esa acción constante de dirigir la atención hacia saber donde vas a poder calmar tu adicción tranquilamente, sin ser considerado un peligro público por tu humo, es la atención que debe mantener el fumador.

El no-fumador (aquí entendemos a quien no ha fumado nunca) pues tendrá la atención donde le dé la gana, porque no la tiene hipotecada por la adicción a la nicotina.

El exfumador. Pues basándome en mi experiencia personal, el exfumador reciente (que lo acaba de dejar hace poco tiempo, como yo que ahora llevo entre 5 y 6 semanas) pues tiene que atender a todas las circunstancias que le ocurren de manera novedosa. Tiene que aprender a atender las situaciones que se le presentan de manera correcta.


2. f. Cortesía, urbanidad, demostración de respeto u obsequio.

Quien es cortés, demuestra respeto o sigue las normas de urbanidad se dice que es atento. Demuestra atención. Tanto sea fumador como si no lo es.

Sin embargo, un fumador para demostrar atención debe seguir unas cuántas normas que "desinteresadamente" a primera vista nos dan aquí.

Por lo tanto, para mostrar atención, para ser atento con los demás, un fumador debe tener en cuenta más cosas que no un fumador. Y es que la urbanidad y el tabaco están reñidos.


3. f. Entre ganaderos, contrato de compra o venta de lanas, sin determinación de precio, sino remitiéndose al que otros hicieren.

Sinceramente desconocía esta acepción de atención. Supongo que una compraventa de lana en el modo "atención", sería algo así como "te compro la lana al precio que se está comprando".

Si no me equivoco en mi suposición, la única relación con fumar que encuentro a este significado de atención es que un fumador es bastante insensible a variaciones en el precio, seguirá fumando casi lo mismo. O bien bajará su consumo al mínimo, aumentando mucho su ansiedad por no fumar todo lo que quiera.

Un no-fumador no tiene que estar pendiente de las variaciones en los precios basadas en los caprichos quienes fijan sus impuestos.



4. f. pl. Negocios, obligaciones.

Bajo este significado, la necesidad de satisfacer la dependencia de la nicotina fumando es una obligación que hay que atender. Una buena excusa para salir a fumar: "Es que tengo que despachar unas atenciones".

Y no junto las palabras de la definición y me hago una pregunta como: ¿cuáles son las obligaciones del negocio del tabaco para con la sociedad? zzzzzzz, dolor, ... Más que para otro post, daría para un blog entero.


~ primaria.

f. Med. Asistencia médica inicial que recibe un paciente.

En este apartado quiero agradecer públicamente a mi médico de cabecera (mujer, por eso de que hay que determinar aquí el sexo de todo no vayamos a generar desigualdades ministeriales) que me recetara un medicamento con bupropión.

También quería animar a todos los fumadores que quieren dejar de fumar que se quiten complejos de encima y que desborden los ambulatorios solicitando cualquier tipo de ayuda para dejar de fumar. Hay que dar el coñazo. Y si se recae, otra vez. A nosotros mismos y a nuestro sistema de salud. Cualquier cosa es buena si conseguimos dejar de fumar, en serio. Dejar de Fumar tiene que convertirse en nuestro camino por esta vida, hasta que nos olvidemos de que estamos en él pero por éxito, no por fracaso.

Lo repetiré hasta la saciedad porque es mi grito de batalla: ¡cualquier cosa con tal de dejar de fumar!


atención.

1. interj. Mil. U. para advertir a los soldados formados que va a empezar un ejercicio o maniobra.

¡ATENCIÓN! (Como a los soldados, pues esto es una batalla en la que hay que mantener la atención) Dejar de fumar es un ejercicio o maniobra sin final, que exige mantener la atención para detectar los ataques.


2. interj. U. para que se aplique especial cuidado a lo que se va a decir o hacer.

Hay que estar mentalmente preparado (y en eso estoy yo ahora) para que nuestra voz interior grite ¡ATENCIÓN! en cuanto no entren esas ganas de fumar que parecen irresistibles y que, amigos míos, no son irresistibles. Se pueden vencer. ¡Las vamos a vencer!


en ~ a.

1. loc. prepos. Atendiendo a, teniendo presente.

Bajo esta acepción cabe recordar a quien va dirigido este post, en atención a quienes lo estoy escribiendo.

Pues como seguramente se podrá deducir de entradas anteriores, el motivo principal de la serie "Exfumador" en mi blog es intentar sustituir a la terapia de apoyo psicológico que refuerza los resultados de éxito en todos los procesos de deshabituación tabáquica.

Y por supuesto, en atención a ti que me estás leyendo. Si no tuviera la ligera esperanza de que a alguien leer estas entradas le ayude a superar un ataque de ganas de fumar o se decida a dejar de fumar, realmente no lo escribiría.

llamar la ~.

1. loc. verb. Dicho de una persona o cosa que despierte interés o curiosidad: Provocar o atraer la atención.


Qué le llama la atención a un exfumador?

A mi como exfumador me llama poderosamente la atención que la gente saque el paquete de tabaco y que se encienda un cigarrillo. Me llaman la atención las señales de fumar y de no fumar. Me llaman la atención los mecheros, pues si antes eran algo que tenía que llevar encima, ahora que llevo un mes sin cargar con él, me parece un elemento extraño, ajeno,…

2. loc. verb. Sorprender, causar sorpresa.

Por ejemplo yo empecé a fumar para sorprenderme a mi mismo de que ya fumaba. En el fondo pensaba que si la gente dejaba de fumar también podría dejarlo yo. Era joven y me veía fuerte y listo. Si había gente que conseguía dejar de fumar ¿por qué yo no iba a conseguirlo cuando quisiera? La pregunta que no supe hacerme o que no quise responderme fue: ¿Por qué dirán que es tan difícil dejar de fumar? ¿Por qué hay tanta gente que quiere dejar de fumar y no lo hace? Pasados unos dos o tres años tenía respuestas tanto para las preguntas que me hice como para las que ignoré. Estaba enganchado y así he estado entre 6 y 7 años, sabiendo que lo tenía que dejar...


3. loc. verb. reconvenir (‖ censurar).

Reconvenir y censursar nuestra conducta, era lo que intentaba hacer el jefe de estudios cuando empezamos a fumar en los baños de instituto. Nostalgia de aquellos años.

□ V.

toque de atención
1. m. Llamamiento, indicación, advertencia que se hace a alguien



Si tantos toques de atención nos da el tabaco y no lo dejamos algo tendrá de adictivo. Esos toques de atención son las toses, los sofocos ante esfuerzos mínimos, jadeos exagerados, mal olor en habitaciones cerradas en las que se ha fumado, toda la propaganda institucional invitándonos a dejar de fumar. El tabaco no es un tema que caiga en el olvido. Es un tema sobre el que socialmente se trata cada cierto tiempo.

La tos es un toque de atención ignorado por muchos fumadores. Nuestro propio cuerpo nos da toques de atención sobre lo malo que es el tabaco. Y aquí hay un dato curioso, una conclusión que estoy sacando de este proceso de dejar de fumar: Pasado cierto nivel de días de abstinencia, los "toques de atención" (positivos) que te da tu cuerpo sobre cómo se está recuperando son mucho menores e imperceptibles que los que te daría (negativos) si continuaras fumando. Esta asimetría de sensaciones es curiosa, porque lo bueno que es dejar de fumar no encuentra correlación con sensaciones físicas agradables. En cambio, fumar (sin control, como era mi caso) sí que tenía correlación con sensaciones físicas desagradables (por ejemplo, cuando se fumaba aún más de lo acostumbrado y te dolía la cabeza o el estómago).

Bueno, pues hasta aqui todas las relaciones que puedo establecer entre la nicotina, el dejar de fumar y la atención. Seguramente se os ocurrirán más, si las queréis compartir os brindo mis comentarios.

Saludos y hasta dentro de 2 semanas...

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