Desde el bajo valle
de la soledad
llamas mi atención
con el sonido de tu corazón.
Tú eres el único sendero
que me lleva a la perdición.
Laderas de amor
me conducen a la
cumbre de la realización.
Más nada ya importa
por mucho horizonte oteable,
pues ya has dejado tu impronta
en mi seco corazón permeable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario