Motivos para creer

February 19, 2008
Motivos para creer
By Nuasala77

Hoy analizamos superficialmente y con mala leche el lema de la campaña del PSOE.

Porque sí, sí estamos en campaña electoral. El período de campaña electoral se lo han soltado a la torera los máximos aspirantes a representar el Estado. ¡Qué escrupuloso cumplimiento de la legislación vigente! Será de esas cosas jurídicas de fondo y forma. "Puedo prometer y prometo..."; pero no pido el voto...

(¡Cuánta hipocresía!).

Pero bueno, el incumplimiento de la duración de la campaña electoral no es motivo de este post. El motivo es el lema del PSOE "Motivos para creer".

Los "motivos para creer" se dan o a quien se quiere engañar (venga, creeme, que esta vez no te miento, que esta vez no te engaño) o a quien está "resabiado" de la inutilidad del voto y de la poca diferencia en la práctica entre un gobierno de derechas y de izquierdas (venga, que con nosotros la vida es maravillosa, y como el "jefe" es mu espabilao y ahorrador, te prometo que te voy a dar dinero).

Por lo tanto, a mi, un humilde ciudadano que empieza a madurar (o eso dirián las estadísticas) me parece que con ese lema el PSOE quiere:

- o engañarnos prometiéndonos un futuro rosa en un país de pícaros

- o reírsenos a la cara diciendonos: "que sí, que está vez lo voy a hacer bien, que esta vez voy a gobernar y no voy a lanzar globos sonda que no se pueden cumplir (IVA de la cultura al 4%), que lo voy a hacer mucho mejor que el PP. El PP es maloooo!.

Y es que, ¿qué se puede esperar de un presidente que dice que piensa que la mayoría de los españoles podría ser presidente,? pues lo mismo que de un ciudadano cualquiera que se convierte en presidente por accidente, lo que hemos tenido estos últimos 4 años.

Yo le voté hace cuatro años, Sr. Zapatero. Y esta elecciones va a tener que sacar algo mejor que ese lema de campaña para volver a convencerme.

Y recuerde, hace cuatro años los españoles querían cambio, pero solo en la política de intervenciones militares en el extranjero y debido a unos tristes sucesos que todos conocemos.

¡Qué a gusto me he quedado!.